En la parte media del camino de Montenuevo y lindando con la roza de Enmedio encontramos un triángulo bastante extenso del que los jabalíes parecen haber hecho en cierto modo hogar. Los árboles tienen escasa altura, poca presencia de atalayas.Una umbría extensa favorece la proliferación de paisajes románticos, con claroscuros que unidos a la presencia de rastros del jabalí hacen del paseo por esa zona una experiencia muy distinta a la del resto del monte. Es como un mundo aparte. La pena es que no es de propiedad municipal incomprensiblemente, lo que hace que sea lugar de caza parte del año.
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